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Este mes de Abril les traemos: Tacos con historia y legendarios.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Los perritos

Saludos a todos nuestros lectores. Ante todo, una disculpa pro estos casi 3 meses de ausencia. Han sido épocas duras para todos, las lluvias, los problemas políticos, la vida diaria que cada día es un reto mayor... Pero pese a todo, aquí seguimos. El día de hoy les dejaremos un breve relato que nos ha llegado por la nobleza de su protagonista. Con ustedes... 



Los perritos



El dueño de una tienda estaba poniendo en la puerta un cartel que decía: “Cachorros en venta”. Como esa clase de anuncios siempre atrae a los niños, de pronto apareció un pequeño y le preguntó:




—¿Cuál es el precio de los perritos?

El dueño contestó:
—Entre treinta y cincuenta dólares.

El niñito se metió la mano al bolsillo y sacó unas monedas.

—Sólo tengo $2,37. ¿Puedo verlos?

El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió una perra seguida por cinco perritos, uno de los cuales se quedaba atrás. El niñito inmediatamente señaló al cachorrito rezagado.

—¿Qué le pasa a ese perrito? —preguntó.
El hombre le explicó que el animalito tenía la cadera defectuosa y cojearía por el resto de su vida. El niño se emocionó mucho y exclamó:

— ¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!
Y el hombre replicó:

—No, tú no vas a comprar ese cachorro. Si realmente lo quieres, yo te lo regalo.

El niñito se disgustó y, mirando al hombre a los ojos, le dijo:

—No, no quiero que usted me lo regale. Creo que vale tanto como los otros perritos, y le pagaré el precio completo. De hecho, le voy a dar mis $2,37 ahora y cincuenta centavos cada mes, hasta que lo haya pagado todo.

El hombre contestó:

—Hijo, en verdad no querrás comprar ese perrito. Nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros.

El niñito se agachó y levantó su pantalón para mostrar su pierna izquierda, retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal. Miró de nuevo al hombre y le dijo:

—Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesitará a alguien que lo entienda.

El hombre se mordió el labio y, aguantando las lágrimas, dijo:

—Hijo, espero que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú.





Muchas gracias y tengan una excelente semana. 
Atte: A. y D.

martes, 2 de julio de 2013

El cuento del conejo y el coyote


Éste es un cuento que me contó mi abuelo: es el cuento del conejo y el coyote.

En una noche de luna llena, entró el conejo en un huerto de chiles. Le dio tanto gusto que hasta brincó entre ellos y escogió los más grandes para comer.
Cuando amaneció, el dueño del huerto fue a ver sus chiles. Se sorprendió de verlos regados en el suelo. Entre las plantas reconoció las huellas del conejo. Con cera de abeja hizo un muñeco para ponerle una trampa al conejo.

Plantó el muñeco en medio del huerto y se fue. Al anochecer, el conejo regresó. Se acercó para saludar, pidiendo después unos chiles. Como vio que el muñeco no le hacía caso, le pegó con las manos y éstas quedaron pegadas a la cera; le pegó con los pies y también sus pies quedaron pegados.

Temprano, al día siguiente, el dueño fue a ver si estaba el conejo. Lo encontró pegado al muñeco de cera; lo metió en una red y se lo llevó a su casa; al llegar, colgó la red y puso a calentar agua para cocinarlo.

Desde donde estaba, el conejo vio acercarse al coyote. "¿Qué hace ahí?", le preguntó el coyote. El Conejo contestó: "Esta gente quiere que me case con su hija, pero yo estoy muy joven; ¿por qué no te quedas en mi lugar? Mira, ya está el agua para el chocolate".

Cuando el campesino desató la red vio al coyote ahí dentro. "Ahora tú me las vas a pagar", le dijo. Y lo metió en el agua hirviendo. El coyote salió corriendo y, lleno de coraje, se fue a buscar al conejo.

Furioso, el coyote siguió las huellas del conejo y lo encontró en un árbol de jícara. "Ahora sí te voy a comer", le dijo.

El conejo sabía que el coyote no podía distinguir entre la jícara y el zapote. "Por qué me vas a comer, si aquí tengo zapotes dulces para ti", dijo el conejo. "Tírame uno", contestó el coyote, sin saber que le daban jícara.

Al coyote se le atoró la jícara y cayó desmayado. Poco después se levantó y fue a buscar al conejo. Lo encontró a la orilla de un cerro, descansando junto a una gran piedra. Al verlo, el conejo saltó y apoyó las manos en la piedra, mientras decía: "No me comas, no ves que si no detengo esta piedra caerá y se acabará el mundo. Lo que tienes que hacer es ayudarme. Detén la piedra en lo que voy por gente para que nos ayude".

El coyote le creyó y detuvo la piedra; mientras, el conejo escapaba. Cansado y enojado el coyote soltó la piedra, y fue en busca del conejo.

"Te voy a comer aquí mismo", dijo el coyote. "Si me comes, ¿quién cuidará a los niños de esta escuela?"
contestó el conejo señalando un panal de avispas. "¿No te gustaría hacer lo que hago? Si ves que alguien se asoma, le pegas". El coyote se recostó en una rama, creyendo lo que le decía el conejo.

El coyote le pegó al panal con la vara y las avispas salieron tras él. Perseguido por ellas, se fue a meter a un aguaje.

Oscurecía, cuando el coyote encontró al conejo en la orilla de una laguna; ya se lo iba a comer, cuando el conejo dijo: "Por qué me vas a comer, hermano, si te estaba esperando para que comiéramos ese queso que ves allí". Le señaló la Luna que se reflejaba en el agua.

"Pero, eso sí, tenemos que tomar su suero para poder comérnoslo", dijo el conejo. Y lo llevó a la laguna para que tomara agua. "No puedo tomar más", dijo después de un rato el coyote. "Toma otro poco y así podrás comer el queso", dijo el conejo. Cuando al coyote ya le salía agua por los ojos y orejas, el conejo se fue corriendo y aquél se puso furioso.

El conejo sabía de una escalera que podía conducirlo a la Luna. Empezó a subir.

En cuanto llegó a la luna, vio al viejo coyote que lo buscaba en el cielo. Por eso dicen que el coyote mira mucho hacia el cielo, ya que sigue buscando al conejo.

Y aquí termina el cuento que me contó mi abuelo.



Suyos para soñar
D y A <3

miércoles, 26 de junio de 2013

Hijo de la Luna



Hoy les comparto una leyenda y como toda leyenda ha sido cambiada con el tiempo, por personas que agregan u omiten información, y un ejemplo claro es "Hijo de la luna" existen muchas versiones basadas en una canción del mismo nombre. Esta versión me ha gustado, y espero les agrade como a mi.
 A y D






Se encontraba en un pequeño claro del bosque, tristemente iluminado solo por una enorme luna llena. La joven estaba arrodillada en una roca sollozando. Lo tenía todo preparado, tenía todo lo que necesitaba.

Esa misma noche sus problemas acabarían, al fin. Desde el anochecer llevaba allí, el amanecer sería la hora apropiada. Había pasado toda la noche con los preparativos para su ritual. Ya casi era la hora, ya veía aparecer los rayos del Sol en el horizonte. En seguida la Luna huiría de el y sería en ese momento de debilidad cuando podría hablar con ella.


Justo cuando aparecía el Sol, un solitario rayo de la Luna iluminó el pequeño claro, y en el rayo venía una doncella

-¿Porqué me has llamado, joven gitana? –habló una joven y dulce voz.

Era la luna, una mujer muy joven y anciana a la vez, hermosa como ninguna, pero en su rostro se observaba desdicha. Era amaba y correspondida pero no podía estar con su amado más que una vez al año. Los dioses la habían condenado a separarse de él. Tras mucho suplicar, consiguió que le permitiesen reunirse con su amado una vez al año. Durante ese día, su amor eclipsaría el mundo. A cambio de esto, le volvieron estéril, jamás podría tener hijos, estaría sola.

La joven gitana asombrada se acerco y habló

-Señora Luna, te he conjurado porque hiciste una promesa a nuestra raza por ayudarte, hoy vengo a reclamar nuestra recompensa

-Recuerdo esa promesa, doncella. Vosotras, las gitanas de la familia del astro de la noche, me ayudasteis a hablar con mi único amor que siempre huye de mi, a cambio os prometí que a vosotras no os pasaría lo que me pasó a mi. Cumpliré mi promesa. 


-He sido rechazada en varias ocasiones. No encuentro a un hombre para mi, necesito tu ayuda. Nosotras te reunimos con tu amor, úneme tu al mío –suplicó con firmeza.

-Tendrás a tu hombre, Piel Morena, pero a cambio quiero –dijo mientras subía al cielo- el primer hijo que le engendres y así dejaré de estar sola.

-Así será, Luna de Plata –prometió entre sollozos la gitana. Era un alto precio el que tenía que pagar, pero podría tener más hijos. Y así mantenía la protección que les ofrecía la diosa Luna en ese mundo.

Dicho esto Luna se alejó del mundo mortal y volvió a su solitario lugar.

Al poco tiempo, se celebró una boda, la gitana había encontrado al ser querido. Fue una gran fiesta. Era una gran pareja, la gitana había tenido mucha suerte al conseguir a aquel hombre. Su marido era un gran cazador conocido en todo el clan, fuerte y valiente.

Meses después la mujer dio a luz a un niño, pero el niño era blanco como el lomo de un armiño, de ojos grises y cabello plateado. Realmente el era el hijo de la Luna, pensó la gitana asombrada. Tendría que explicárselo todo a su marido, pero no sabría escoger las palabras adecuadas.

El gitano se enteró de que era padre y se dirigió contento a su hogar a conocer a su primogénito. En la puerta se encontró a su mujer con el rostro empapado en lágrimas.

-¿Dónde está mi hijo, mujer? –preguntó, ignorando sus lágrimas.

-Dentro, durmiendo. Pero te suplico que no entres aun –pidió la gitana.

Al entrar, el gitano vio a su hijo, completamente pálido, un niño albino.

-Gritó furioso, despertando al niño. ¿De quién es el hijo? Me has engañado.

El gitano, al creerse deshonrado, se dirigió a su mujer, con un cuchillo en la mano y de muerte la hirió entre los sollozos del niño. Después tomando al niño entre sus brazos se fue al monte con el y allí lo abandonó.

Al borde de la muerte, la madre murmuro palabras de amor hacia su hijo.
- Hijo de la Luna, en la distancia siempre te añoraré, yo seré tus más hermosos sueños. Yo estaré allí donde tu estés, yo siempre velaré por ti.

En ese momento se le apareció Luna.

- Dime Luna de Plata, ¿qué pretendes hacer con un niño de piel?

- Yo cuidaré de el. Si el niño llora, menguaré para darle una cuna y le meceré. Si tiene frío, le rodearé de nubes. Al igual que yo, estará envuelto en oscuridad, pero siempre iluminará el camino a los demás.


Por ultimo los dejamos con una hermosa versión de la canción Hijo de la Luna interpretada por la maravillosa cantante Sarah Brightman 




  

domingo, 23 de junio de 2013

La Luna y el Lobo

La luna ha dado pie a muchas historias en todas las culturas. Aquí un mito que pese a que ha cambiando poco a poco con el paso de los años, mantiene su sentimiento y... dolor.

A y D


La Luna y el Lobo




Al principio, hace muchos muchos años, el sol y la luna caminaban entre nosotros. También lo hacían los espiritus de los animales, y de los bosques y las montañas. Los humanos aprendíamos de ellos, y los tratabamos como a respetados ancestros.

Un día, Lobo caminaba entre sus amados bosques y se encontró con una mujer hermosa con un aura muy poderosa por lo que intuyó, acertadamente, que se trataba de un poderoso espiritu. En efecto, se trataba de Luna, que estaba deleitandose de la noche estrellada.

Se presentaron cortesmente y, cuando Lobo le preguntó que estaba haciendo por allí ella sóla, puesto que por muy poderosa que fuese, también había otros poderosos espíritus de la naturaleza por aquellas tierras, le contesto que estaba esperando a Sol, su marido. Lobo se ofreció, cortesmente, a esperar con ella, por si acaso alguno de esos otros espiritus se acercaba. Poco antes del amanecer, Sol apareció para reunirse con su mujer y, trás saludar friamente a Lobo y agradecerle que acompañase a su esposa mientras que ella le esperaba, se la llevó de allí.

Varios días después, Lobo volvió a encontrarse con Luna en circunstancias parecidas y, de nuevo, le hizo compañia hasta que reapareció Sol. De nuevo este se porto educado pero frío con Lobo y acabó llevandose de allí a su esposa al poco rato.

Cada pocos días la situación se volvía a repetir y, poco a poco, con las conversaciones que mantenían Lobo y Luna mientras esperaban a Sol, Lobo fue enamorandose de Luna, pese a saber cuanto amaba esta a su marido. Y, también poco a poco, Sol iba siendo cada vez más hostil con Lobo. Sin embargo, poco a poco Luna cada vez iba sintiendose más comoda con Lobo a su alrededor, aprendiendo lo que era tener a alguien que la escuchase y la mirase como si fuese lo más importante del universo. Pero, pese a lo que pudiese parecer, no sentía más que amistad por Lobo; y este lo sabía.

Finalmente, uno de esos días, estaba Luna muy triste puesto que, pese a todo lo que amaba a Sol, no conseguía que su marido se preocupase un poco más de estar con ella y un poco menos de recorrer el mundo observando a los humanos y deleitándose de su adoración hacia él. Hablando con Lobo sobre el tema, las lágrimas empezaron a caer de sus ojos, por lo que él la abrazó para consolarla, con la mala fortuna de que en ese momento, apareció Sol. 

Les miró unos segundos antes de encenderse, literalmente, totalmente furioso y abofetearla, gritando y proclamando a los cuatro vientos que, ya que ella le había sido infiel, nunca volvería a mirarla cara a cara. Tras eso, salió del bosque sin mirar atras.

Lobo se sintió dividido entre sí salir detras de Sol y darle una lección por como había tratado a Luna o consolarla y cuidarla por el daño que le había hecho su marido y, finalmente, venció esta segunda opción. Cuando se giró para mirarla, vio que tenía un lado de la cara totalmente quemado y lloraba profusamente tanto del dolor como de la tristeza ante la actitud de su marido. Lobo la tomó entre sus brazos y la llevo a su cueva, donde le curó la cara y la cuidó hasta que estuvo totalmente recuperada de la odisea.

 Cuando ya estuvo lista para irse, habló con Lobo y le dijo:

-Te agradezco profundamente tu ayuda y tu amistad, pero me temo que debo irme de estas tierras puesto que, cada vez que hablo contigo, cada vez que te veo, no hago más que recordar lo que he perdido por los celos de mi marido... Volveré al cielo e intentaré recuperarle, aunque el se niegue a verme. Pero, antes de irme, quisiera agradecerte tu amistad, puesto que es lo único que ha evitado que hiciese alguna tontería. Como muestra de mi agradecimiento, alumbraré la noche para que tú y todos los tuyos sean capaces de cazar tanto de noche como de día. Tal vez no sea mucho, pero es todo lo que puedo ofrecer. 


Diciendo eso, salió de la cueva, sin mirar atrás, ocultándose la parte quemada de su rostro. Cuando Lobo estuvo seguro de que ya no podía oirle, empezó a llorar y aullar de dolor puesto que, pese a que sabía que sólo podría tener amistad, incluso eso lo había perdido por los celos de Sol.

Muchos años más tarde, los espiritus dejaron de andar entre nosotros, pero todos los descendientes de Lobo conocían la historia de su ancestro y compartían su tristeza. Por eso, aullan lastimeramente cada vez que ven la Luna y, también por eso, hacen la mayoría de su vida de noche, con la esperanza de que si pasan todo el tiempo que puedan bajo su atenta mirada, finalmente se apiadará de su ancestro y volverá a su lado, aunque sólo sea para compartir su amistad.

También es por eso que la Luna nos muestra siempre el mismo lado de su cara, puesto que el que oculta tiene la cicatriz que Sol le causó y, finalmente, es por eso que solo durante un eclipse solar la luna y el sol están juntos unos instantes, en un intento de ella de ser perdonada algún día.

miércoles, 19 de junio de 2013

El vaso con agua

Una mañana el profesor como siempre empezó su clase pero ahora sosteniendo un vaso con agua. Lo levantó y preguntó a la clase, “¿Cuánto creen que este vaso pesa?”

¡50ml! … ¡100ml! …. ¡125ml!
… respondieron los estudiantes.


Realmente no podría saberlo sin antes pesarlo -respondió el profesor-, pero mi pregunta ahora es: ¿Qué puede pasar si lo sostengo unos minutos?

Nada…. Respondieron los estudiantes.

Ok, ¿Qué podría pasar si lo sostengo una hora? Pregunto de nuevo el profesor.

Su brazo podría dolerle, dijo uno de los estudiantes.

Estás en lo correcto, ahora ¿Qué pasaría si lo sostengo todo el día? Insistió el profesor.

¡Su brazo se entumecerá, quizá tenga estrés muscular y parálisis, y seguro tendría que ir al hospital!
…. Dijo un estudiante mientras todos rieron.

¡Muy bien! Pero en ese tiempo ¿El peso del vaso cambió?
Pregunto de nuevo el profesor.

No… fue la respuesta de todos.


Entonces ¿Qué causa que el brazo duela y que el músculo se estrese?

Los estudiantes no sabían que contestar estaban sorprendidos por las preguntas insistentes del profesor hacia el vaso.

¿Qué debo hacer ahora para que se me quite el dolor? Preguntó una vez más.

¡Baje el vaso! Dijo un estudiante.

¡EXACTAMENTE! Dijo el profesor. 

“Los problemas de la vida son como este vaso. Mantenlos en la cabeza por unos pocos minutos y estarán bien. Pero al pensar en ellos por un largo tiempo, empezarán a doler, como el vaso en la mano. 


Es importante el pensar en los retos y problemas en tu vida, pero más importante es ponerlos abajo al final de cada día, antes de ir a dormir.
¡De esa manera, no tendrás estrés, despertarás bien cada día, y manejarás cualquier situación o reto que se presente en tu camino!"



Así que ¡BAJA EL VASO HOY! 

Suyos para soñar
D y A <3


miércoles, 12 de junio de 2013

La princesa que buscaba marido

Han pasado muchas lunas desde la última entrada. Pero volvemos. Ahora en Junio, traeremos nuevas historias para reflexionar. Hoy les dejamos con una que quizá no tenga el final que deseamos leer, si no el final que debe de tener.

La princesa que buscaba marido.
de Jore Bucay


Había una vez una princesa, que quería encontrar un esposo digno de ella, que la amase verdaderamente. Para lo cual puso una condición: elegiría marido entre todos los que fueran capaces de estar 365 días al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse ni un solo día. Se presentaron centenares, miles de pretendientes a la corona real.

 Pero claro al primer frío la mitad se fue, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines y se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad, también se fue.

Habían empezado el primero de enero, cuando entró diciembre, empezaron de nuevo los fríos, y solamente quedó un joven.Todos los demás se habían ido, cansados, aburridos, pensando que ningún amor valía la pena. Solamente éste joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado en esa pared y ese muro, esperando pacientemente que pasaran los 365 días.

La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba empezó a mirarlo, pensando, que quizás ese hombre la quisiera de verdad. Lo había espiado en Octubre, había pasado frente a él en Noviembre, y en Diciembre, disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, le había visto los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera. 

Entonces le había dicho al rey:
- Padre creo que finalmente vas a tener un casamiento, y que por fin vas a tener nietos, este es el hombre que de verdad me quiere.

El rey se había puesto contento y comenzó a prepararlo todo. La ceremonia, el banquete e incluso, le hizo saber al joven, a través de la guardia, que el primero de Enero, cuando se cumplieran los 365 días, lo esperaba en el palacio porque quería hablar con él.

Todo estaba preparado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de Enero. El 31 de Diciembre, el día después de haber pasado las 364 noches y los 365 días allí, el joven se levantó del muro y se marchó. 

Fue hasta su casa y fue a ver a su madre, y ésta le dijo:

- Hijo querías tanto a la princesa, estuviste allí 364 noches, 365 días y el último día te fuiste. ¿Qué pasó?, ¿No pudiste aguantar un día más?

Y el hijo contestó:
- ¿Sabes madre? Me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar conmigo y, a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor. Pudiendo hacerlo, no me evitó una sola noche de sufrimiento. ¿Verdad madre? Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento no merece de mi amor.

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Voz de Jorge Bucay



¿Lindo? Es todo por ahora, que tengan un excelente día.
Suyos para soñar: 
D. y. A.

miércoles, 24 de abril de 2013

La Perla

Qué hermosas son las perlas.  Aun así debemos saber que son producto del dolor. Toda perla es la consecuencia de una ostra que ha sido herida por un grano de arena que ha entrado en su interior. Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas...

En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia llamada “nácar” y cuando un grano de arena penetra en la ostra, ésta lo recubre con capas de nácar para protegerse. 

Como resultado, se va formando una hermosa y brillante perla. 

¿Te has sentido herido por las palabras, o actitudes de alguien?
¿Has sido acusado de decir cosas que nunca has dicho?
¿Han sido tus ideas rechazadas o ridiculizadas?
¿Te han culpado de haber hecho algo que jamás hiciste?
¿Tu actitud frente a ciertas situaciones, se malinterpreta?
¿Has sufrido alguna vez los golpes de la indiferencia?
¿Te han herido precisamente aquellas personas que menos esperabas?
¿No te valoran como realmente lo mereces?

Entonces, perdona y haz de tu herida una perla. Cubre tus heridas con varias capas de amor, recuerda que cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor sentirás. Por el contrario, si no la cubres de amor, esa herida permanecerá abierta, te dolerá más y más cada día, se infectará con el resentimiento y la amargura y peor aún, nunca cicatrizará. En nuestra sociedad, podemos ver muchas "ostras vacías" no porque no hayan sido heridas, sino porque no supieron perdonar, comprender y transformar el dolor en una perla.

“Una perla es… una herida sanada por el amor"


Que tengan una excelente noche
atte : A y D <3

miércoles, 10 de abril de 2013

La leyenda de la flor del Ceibo

Esta noche los quiero dejar con una leyenda que llego a mis manos de una forma extraña pero única, cambiando la forma de pensar sobre mi nombre. Espero la disfruten tanto como yo la disfrute hace ya mas de 7 años. 

Había en la tribu Guayaquí una niña llamada Anahí, ella amaba su tierra natal al extremo de recorrer sola los bosques conversando con las aves, con las flores, con los animales que poblaban el bosque. Era conocida por la dulzura de su voz que de continuo entonaba los cánticos propios de su raza. Cuando ella cantaba, hasta el río rumoroso parecía callar para escucharla.

Un día, por el río llegaron los conquistadores, con sus armas y sus caballos. 



La tribu de Anahí decidió defender la tierra nativa superando el terror que los embargaba ante aquellos seres desconocidos. Pelearon durante varios días y semanas enteras. Pero iban siendo echados poco a poco de sus bosques, de sus ríos, de sus sierras.

Anahí, pese a su juventud luchaba como los más valientes. Su voz ya no cantaba más, gritaba la venganza y la guerra y animaba a los hombres y mujeres de la tribu. Pero un día cayó prisionera. Llevada al campamento español, logró en la noche zafar sus ligaduras y golpeando a un centinela ganó, y nuevamente volvió al bosque, perro corriendo con tan poca suerte que volvió a caer en manos de sus captores. El soldado herido por Anahí murió. Sospechosa de ser bruja, porque nadie podía admitir que con aquel pequeño cuerpo y con su juventud pudiera haber dado muerte de un golpe al soldado; y atribuyéndole ayuda diabólica, fue condenada a morir en la hoguera. 


Atada al palo de la ejecución y prendido el fuego de los leños, las llamas comenzaron a abrasarla. Pero Anahí, en medio de las llamas, en vez de gemir comenzó a cantar una canción en la que pedía a su Dios por su tierra, por su tribu, por sus bosques y por sus ríos. Su voz se elevó al cielo, y al nacer el día, el cuerpo de Anahí se había convertido en un robusto tronco de un árbol hermoso del que pendían racimos de rojas flores, tan rojas como las llamas que habían consumido a Anahí, y que se mostraba en todo su esplendor, como símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.


Desde entonces, los guaraníes, consideran que el alma eterna de Anahí perdura en la Flor del Ceibo. Árbol cuya flor carnosa y de intenso color rojo, fue instituida como Flor Nacional de Argentina el 23 de Diciembre de 1942.



La leyenda de Anahí inspiró una canción (guarania) que pertenece al músico y poeta correntino Don Osvaldo Sosa Cordero, nacido en Concepción, (Corrientes) en 1906. Célebre es la grabación que la artista Ramona Galarza realizó en la década de los '60 canción que les presentamos a continuación.  


Que tengan una excelente noche
atte: A y D 

miércoles, 3 de abril de 2013

El pan tostado


Después de un largo día en el trabajo, mi mamá puso un plato de salchichas y pan tostado muy quemado frente a mi papá. 

Recuerdo estar esperando ver si alguien lo notaba... Sin embargo, aunque mi padre lo notó, alcanzó un pan tostado, sonrió a mi madre y me preguntó cómo me había ido en la escuela. 

No recuerdo lo que le contesté, pero sí recuerdo verlo untándole mantequilla y mermelada al pan tostado y comérselo todo. Cuando me levanté de la mesa esa noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los panes tostados muy quemados.

Nunca voy a olvidar lo que dijo:
"Cariño no te preocupes, a veces me gustan los panes tostados bien quemados". Y le sonrió.  

Más tarde esa noche fui a dar el beso de las buenas noches a mi padre y le pregunté si a él de verdad le gustaban los panes tostados bien quemados. Él me abrazó y me dijo esto:

Tu mamá tuvo un día muy duro en el trabajo, está muy cansada y además, un pan tostado un poco quemado no le hace daño a nadie.

La vida está llena de cosas imperfectas y personas imperfectas; aprender a aceptar los defectos y decidir celebrar cada una de las diferencias de los demás, es una de las cosas más importantes para crear una relación sana y duradera. 

Un pan tostado muy quemado NO debe romper un corazón.

La comprensión y la tolerancia es base de cualquier relación.

Sé más amable de lo que tú creas necesario, porque todas las personas, en este momento. están librando algún tipo de batalla.

Todos tenemos problemas y todos estamos aprendiendo a vivir y lo más probable es que no nos alcance la vida para aprender lo necesario.

El camino de la felicidad no es recto. Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES, existen semáforos llamados AMIGOS, luces de precaución llamada FAMILIA, y todo se logre si tienes: 

Una llanta de repuesto llamada DECISIÓN, un potente motor llamado AMOR, un buen seguro llamado FE, abundante combustible llamado PACIENCIA, pero sobre todo, un experto conductor llamado DIOS.
Que tengan dulces sueños
atte:  A y D 

domingo, 24 de marzo de 2013

¿COMO CRECER?


Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.

Entonces el rey se dispuso a preguntar a cada uno de ellos el porque de esta situación.

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Al ver al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.
La Vid se moría, porque no podía florecer como la Rosa.
Y la Rosa lloraba desconsolada porque no podía ser alta y sólida como el Roble.

Y entonces en medio de todo el jardín encontró una planta, una Fresa, floreciendo y más fresca que nunca.


El rey asombrado le preguntó:
¿Fresa cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?

La Fresa contesto:
No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste,
querías fresas. Si hubieras querido un Roble, los habrías plantado, o una Rosa, de igual manera la abrías plantado.

Pero en el momento en que me plantaste a mi, me dije: "Intentaré ser Fresa de la mejor manera posible".

La vida es así, estás para contribuir con tu hermosa fragancia, o puedes marchitarte en tu propia condena...
Simplemente mírate a ti mismo.
No hay posibilidad de que seas otra persona.
Valorate por quien eres y por lo que puedes llegar a ser.

Que tengan dulces sueños
atte: A y D  


lunes, 18 de marzo de 2013

La mejor maestra

Hoy los dejamos con otro cuento que seguramente les encantará, especialmente a aquellos que trabajan con niños y no tan niños. Con ustedes, la mejor maestra.


La Mejor Maestra


El primer día de clase, la señorita Ángela, maestra del último curso de primaria, les dijo a todos sus alumnos que a todos quería por igual. Pero eso no era del todo cierto, ya que en la primera fila se encontraba, hundido en su pupitre, Juan García, a quien la profesora Ángela conocía desde el año anterior y había observado que era un niño que no jugaba bien con los otros niños, que sus ropas estaban desaliñadas y que necesitaba constantemente de un buen aseado. 



Con el paso del tiempo, la relación entre la profesora y Juan se volvió desagradable, hasta el punto que ésta comenzó a sentir una preocupante antipatía por este alumno.

Al llegar las fechas navideñas, todos los alumnos le llevaron los regalos envueltos en papeles brillantes y preciosos lazos, menos Juan, quién envolvió torpemente el suyo en papel de periódico. Algunos niños comenzaron a reír cuando ella encontró dentro de esos papeles arrugados, un brazalete de piedras al que le faltaban algunas cuentas, y un frasco de perfume a medio terminar. La señorita intentó minimizar las burlas que estaba sufriendo Juan, alabando la belleza del brazalete, y diciendo que guardaría el perfume para una ocasión especial.

Un día, la dirección de la escuela le pidió a la señorita Ángela revisar los expedientes anteriores de cada niño de su clase para así comprobar su evolución. Ella puso el expediente de Juan el último, dudando incluso de leerlo. Sin embargo, cuando llegó a su archivo se llevó una gran sorpresa.

La maestra de segundo año escribía: Juan es un niño brillante con una sonrisa espontánea y sincera. Realiza sus desempeños con esmero y tiene buenos modales; es un deleite tenerlo cerca.

Su maestra de tercer año escribió: Juan es un excelente alumno, apreciado y querido por sus compañeros, pero tiene problemas en casa debido a la tensa relación de pareja que mantienen sus padres.

La maestra de cuarto año escribió: los constantes problemas en casa de Juan han provocado la separación de sus padres; su madre se ha refugiado en la bebida, y su padre apenas va a visitarle. Estas circunstancias están provocando un serio deterioro en su desempeño escolar, ya que no asiste a clase con la asiduidad y puntualidad característica, y cuando lo hace, provoca altercados con sus compañeros o se duerme.

En ese momento, la señorita Ángela se dio cuenta del problema, y se sintió culpable y apenada. Al día siguiente antes de irse a clase se dio cuenta que se le había terminado su perfume de costumbre, y al pensar en Juan decidió usar por primera vez el perfume que este le había regalado, esa botellita a medio terminar que duró meses guardada en un cajón. Al olerlo notó que era una fragancia muy dulce y se la puso en el cuello.

Ese día vio a su alumno más feliz y sonriente que de costumbre. Juan García se quedó después de clase solo para decir: señorita Ángela, hoy oliste como olía mi mamá cuando yo era feliz.

Después de que todos los niños se fueran, Ángela estuvo llorando durante una larga hora. Desde ese mismo día, renunció a enseñar solo lectura, escritura y aritmética, y comenzó a introducir la enseñanza de valores, sentimientos y principios a los niños. 


A medida que pasaba el tiempo, Ángela empezó a tomar un especial cariño a Juan, y cuanto más trabajaba con él desde el afecto y la comprensión, más despertaba a la vida la mente de aquél chavalín desaliñado. Cuanto más lo motivaba, más rápido aprendía, cuanto más lo quería, más comprendía. Y así, de este modo, al final del año, Juan se había convertido en uno de los niños más espabilados de la clase.

Un año después, la señorita Ángela encontró una nota de Juan debajo de la puerta de su clase contándole, que ella era la mejor maestra que había tenido en su vida.

Pasaron años antes de que recibiera otra nota de Juan. Esta vez le contaba que había terminado secundaria y que había obtenido una de las calificaciones más altas de su clase, y que todavía ella era la mejor maestra que había tenido.

Pasaron 7 años, y recibió otra carta. Esta vez explicándole que no importando lo difícil que se habían puesto las cosas en ocasiones, y los esfuerzos que habían tenido que realizar para sacar adelante los estudios, había permanecido en la escuela y pronto se matricularía en la Universidad, asegurándole a la señorita Ángela, que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en su vida.

7 años más tarde recibió una carta más. En esta ocasión le explicaba que después de haber recibido su título universitario, decidió ir un poco más lejos, seguir estudiando y aprendiendo cosas nuevas. En la firma de su carta, llamaba la atención la longitud de su nombre: Dr. Juan García Corrales. En la posdata, aparecían las siguientes palabras: sigues siendo la mejor maestra que he tenido en mi vida.

Al poco tiempo, y sin Ángela esperárselo, le llegó otra carta en la que Juan le contaba que había conocido a una chica y que se iba a casar. Le explicó que su madre había muerto hacía poco tiempo, y le preguntó si accedería a sentarse en el lugar reservado para la madre del novio. Por supuesto, ella aceptó.

Para el día de la boda, Ángela se vistió con sus mejores galas, se puso aquél brazalete de piedras faltantes que un día Juan le regalara, y se aseguró de usar el mismo perfume que le recordaba a Juan los tiempos de la felicidad.

Cuando llegó el día señalado, y se vieron las escalinatas de la iglesia, el Doctor Juan García, apenas reconocerla, se disculpó de sus acompañantes y se dirigió diligentemente hacia donde ella le miraba con emocionada admiración. Con una sonrisa cómplice se fundieron en un amoroso abrazo, mientras el Doctor le susurraba al oído: Gracias señorita Ángela por creer en mí. Muchas gracias por hacerme sentir importante y por enseñarme que yo podía marcar la diferencia. La señorita Ángela con lágrimas en los ojos, le contestó: Juan, estás equivocado. Tú fuiste quien me enseñó que yo podría marcar esa diferencia. No sabía como enseñar hasta que te conocí.



Esperamos que les haya gustado esta historia,  
así como que estén disfrutando un buen día de asueto.
A y D.
 

viernes, 8 de marzo de 2013

El Verdadero Valor del Anillo


Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda. 


- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:
- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después de resolverlo tal vez te pueda ayudar.

- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.

- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó al mercado, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.

Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado - más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.

¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda. 

- Maestro -dijo al entrar a la habitación- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro- . Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él, para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que te ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo. El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-. 

- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo:
una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano
izquierda.

Que tengan dulces sueños

atte: A y D 

martes, 5 de marzo de 2013

La riqueza

Tras un periodo en el que no pudimos actualizar, volvemos a nuestras actualizaciones cada dos días. Empezamos marzo con cuentos cortos de reflexiones, siendo el primero de ellos un cuento anónimo que encontré llamado "La  Riqueza", el cual nos recuerda de lo que es realmente valioso en esta vida. 



Un día como cualquiera, un padre de una familia adinerada llevó a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito que su hijo viera cuan pobre era la gente que vive en el campo. 

Estuvieron pasando todo el día y la noche en una granja de una familia campesina muy humilde. 

Al concluir el viaje, ya de regreso a casa, el padre le pregunta a su hijo: 

Padre: ¿Qué te pareció el viaje? 

Hijo: Muy bonito, papá 

Padre: ¿Viste lo pobre que puede ser la gente? 

Hijo: Si 

Padre: ¿Y qué aprendiste? 

Hijo: Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cinco. Nosotros tenemos una piscina larga hasta a la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta la muralla de la casa, el de ellos tiene todo un horizonte. Ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia, tú y mi mamá tienen que trabajar todo el día y casi nunca los veo. 



Al terminar el relato, el padre se quedó mudo, y su hijo agregó: 

- Gracias papá, por enseñarme lo ricos que podemos llegar a ser



Gracias y tengan una linda semana.

A y D.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Por Amor ♥

Hace años escuché esta canción por primera vez. Había escuchado muchas que hablaban del amor, el querer, el engaño... pero esta en particular creo que es la que mejor define el verdadero amor. 

Por ser febrero un mes que hemos dedicado a publicaciones sobre el amor... 
Por ser una canción de hermosa letra y acordes que inspiran... 
Por ser interpretada por un gran conjunto musical, el Mariachi Vargas
Por que deseo que les llegue al alma....
Por amor


Por amor se han creado los hombres 

en la faz de la tierra. 
Por amor hay quien haya querido 
regalar una estrella. 

Por amor fue una vez al calvario 
con una cruz acuesta 
aquel que también por amor 
entregó el alma entera. 

Por amor se confunden las aguas 
y en la fuente se besan 
y en las alas de las mariposas 
los colores se crean.

Por amor ha existido en el mundo 
siempre tanta belleza 
y el color de la naturaleza 
se pintó por amor. 

Por amor soy de ti y seré toda la vida 
mientras viva 
por amor soy de ti 
por amor, por amor, por amor.

Por amor 
una noche cualquiera un amante se entrega. 
Por amor 
En un beso se calman unos labios que esperan. 
Por amor 
ya no llevo las cruces que me dio el sufrimiento 
y por ti lo que fuera mi suerte se cambió por amor. 

Por amor soy de ti y seré toda la vida 
mientras viva 
por amor soy de ti 
Por amor, por amor, por amor. 

Por amor, por amor, por amor, por amor, por amor. 
Por amor, por amor, por amor, por amor, por amor.






Mariachi Vargas de Tecalitlan


Que tengan dulces sueños
atte: A y D 
♥